Es una metodología que permite evaluar el impacto medioambiental total de los productos, basado en el análisis de ciclo de vida (ACV) suministra una información comparable y fehaciente de los productos.
Desde la UE se analizaron cuáles eran las metodologías existentes y en 2013 se publicó la metodología HAP que ya se ha probado en varios productos y que llegará a los productos de construcción.
Se intenta crear un marco adecuado para el desarrollo de un mercado organizado para los que conocemos como productos verdes.
La HAP o PEP proporciona información medioambiental reproducible, verificable y comparable que la obtenida por otro método relativo al CV (ciclo de vida) de un determinado producto, desde la extracción de materias primas que lo componen hasta el final de su vida útil.
Desde la Unión Europea con la HAP se quiere regular la manera en la que se demuestre que un producto tiene mejor comportamiento ambiental que otro. En la actualidad existen muchas etiquetas ambientales y que en ocasiones puede confundir al consumidor.
Sigue un proceso similar al vivido ya para las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP). En primer lugar, se deben establecer las Reglas de Categoría para la Huella Ambiental de Producto (RCHAP); normas específicas que definen cómo se debe hacer la Huella Ambiental de los distintos grupos de productos.
A continuación, se deben probar varios sistemas de verificación para confirmar que las Huellas Ambientales que se han calculado cumplen con dichas reglas.
Estas Reglas de Categoría para la Huella Ambiental de Producto RCHAP se convertirán, en las normas de productos válidas en el marco de la Huella Ambiental de Producto (HAP; PEF) dentro de la UE.
Se utilizarán para medir el comportamiento de los productos basado en la Huella Ambiental de producto para toda la industria dentro de la UE y a nivel internacional.
Se trata de disponer de criterios normalizados que den consistencia y permitan la reproducibilidad para que cualquier empresa de cada sector, de forma que pueda desarrollar su HAP de manera homogénea y comparable.
De este modo tendremos unas Reglas de Categoría para la Huella Ambiental de Producto (RCHAP), de distintas categorías de productos, que asimilaremos a las actuales RCP con sus diferencias.
Desde hace tiempo las empresas incorporan dentro de su estrategia, criterios de sostenibilidad para una correcta gestión de recursos, que ayudan a la viabilidad de la empresa y mejoran su visión ante los clientes, los cuales valoran, cada vez más, la gestión sostenible de las empresas y contar con productos que son respetuosos con el medioambiente.
El cálculo de la Huella de Carbono y de la Huella Ambiental de Productos ha adquirido en los últimos tiempos una gran importancia ya que cada vez más, representa una ventaja para competir en los mercados nacionales e internacionales.
Podríamos decir por tanto que los beneficios existen, ya que se cumplen los requisitos del cliente que obtiene un producto cuyas prestaciones en cuanto a sostenibilidad se muestran de forma clara y que reduce el impacto ambiental.
A la empresa, por otro lado, le permite obtener un ahorro de recursos al ayudarle a llevar a cabo prácticas sostenibles.
Todo parecen ventajas, pero el camino es largo y tendrá que imponerse a las Declaraciones Ambientales de Producto y otras etiquetas ambientales que existen en el mercado y que se encuentran bastante afianzadas, por lo que no será un camino fácil.