El importante objetivo Europeo, y por tanto Español, de reducir las emisiones de CO2 a la atmosfera, obliga a actuar, además de en otros sectores, en la mejora de eficiencia energética de nuestros edificios.
En España el 56,63 % del parque de viviendas es anterior a 1980, fecha en la que se hacían obligatorias las primeras medidas de aislamiento térmico en los edificios, eso representa aproximadamente 5,5 millones de edificios residenciales y unos 9,7 millones de viviendas principales, que necesitan mejorar su eficiencia energética debido a que, como comentamos, el aislamiento de estas está desfasado o es inexistente.
Es decir que, a la antigüedad y deficiencias en la construcción de nuestro parque de viviendas, hay que añadir el no contar con un correcto aislamiento térmico que evite esas pérdidas de energía que van a contribuir a un gasto excesivo de la misma.
Está comprobado que, mediante la colocación de un adecuado sistema de aislamiento, se reduce considerablemente el consumo energético y las emisiones de CO2 de los edificios. La falta de aislamiento hace que resulte mucho más difícil mantener una temperatura de confort en el interior, ya sea calor en invierno o fresco en verano.
Es prioritario que, las soluciones constructivas de aislamiento de la envolvente del edificio sean capaces de dar respuesta a las altas exigencias de eficiencia energética que se requieren en la actualidad.
La mejora de la eficiencia de nuestros edificios pasa por tres hitos, la mejora de la envolvente de los edificios, la dotación de equipos de alta eficiencia y finalmente la implementación de sistemas de producción de energía renovable. Por ello los vamos a denominar fases, ya que es necesario observar un orden de ejecución concreto.
La primera fase es dotar al edificio de una envolvente muy eficiente, que nos mantenga al edificio aislado de las condiciones climáticas exteriores, esto nos proporcionará la primera acotación de la energía necesaria para lograr el nivel de confort térmico deseado.
Al tratar la envolvente debemos actuar tanto en las partes opacas de la fachada como en sus huecos, en la cubierta, e incluso en el suelo en función de la tipología de edificación que se trate.
La siguiente fase será la instalación de equipos de climatización de alta eficiencia, que nos proporcionará la segunda medida de la energía necesaria.
Y finalmente la tercera fase, en la que procuraremos una producción y/o suministro de energía renovable.
Para la parte opaca de las fachadas disponemos de una solución de gran efectividad como es el SATE, que es un sistema optimo por la continuidad de la capa de aislamiento, precisamente esta continuidad es la que evita la existencia de puntos fríos o de menor aislamiento.
Es prioritario que, las soluciones constructivas de aislamiento de la envolvente del edificio sean capaces de dar respuesta a las altas exigencias de eficiencia energética que se requieren en la actualidad.
La mejora de la eficiencia de nuestros edificios pasa por tres hitos, la mejora de la envolvente de los edificios, la dotación de equipos de alta eficiencia y finalmente la implementación de sistemas de producción de energía renovable. Por ello los vamos a denominar fases, ya que es necesario observar un orden de ejecución concreto.
La primera fase es dotar al edificio de una envolvente muy eficiente, que nos mantenga al edificio aislado de las condiciones climáticas exteriores, esto nos proporcionará la primera acotación de la energía necesaria para lograr el nivel de confort térmico deseado.
Al tratar la envolvente debemos actuar tanto en las partes opacas de la fachada como en sus huecos, en la cubierta, e incluso en el suelo en función de la tipología de edificación que se trate.
La siguiente fase será la instalación de equipos de climatización de alta eficiencia, que nos proporcionará la segunda medida de la energía necesaria.
Y finalmente la tercera fase, en la que procuraremos una producción y/o suministro de energía renovable.
Para la parte opaca de las fachadas disponemos de una solución de gran efectividad como es el SATE, que es un sistema optimo por la continuidad de la capa de aislamiento, precisamente esta continuidad es la que evita la existencia de puntos fríos o de menor aislamiento.
Hay otras alternativas para la parte opaca de las fachadas, siendo el sistema de fachada ventilada el más extendido junto al Sate para aislar los edificios de modo continuo (prioridad en la eficiencia energética) pero que tiene como inconveniente lo difícil que es conservar el aspecto estético previo.
Adicionalmente es importante considerar que para igualar la misma resistencia térmica que se aporta con el aislamiento del Sate, en una fachada ventilada tenemos un mayor vuelo del edificio sobre el plano de fachada original y esto en ocasiones puede ser un perjuicio en función del tipo y localización de la edificación.
El insuflado de cámaras es también un método de aislamiento de edificios, pero muy distinto a los anteriores al no ofrecer las ventajas de un aislamiento continuo, y sin un análisis adecuado de lo preexistente puede generar patologías tales como condensaciones y moho en el interior por los saltos de resistencia térmica de los muros aislados y los no aislados (pilares de fachada y forjados).
En paralelo, el insuflado de cámaras parece insuficiente en vista a que en estos momentos el aislamiento medio en España se sitúa entre 8 y 10 cm (de acuerdo con las exigencias reglamentarias del CTE), y en muy escasas ocasiones nos encontraremos cámaras libres y limpias para poder conseguir estos espesores.
El Sate se ha demostrado como la solución constructiva óptima para la rehabilitación de edificios que buscan la mejora de la eficiencia energética, y que dotan al Arquitecto del mayor rango de productos con la combinación de diferentes aislamientos, morteros, texturas de acabo y tipos de revestimientos en la superficie del Sate. De esta manera se dota a la Construcción de la mejor herramienta para adaptar los proyectos de rehabilitación a los principios que suelen regir las líneas maestras de un proyecto (coherencia con el entorno, armonía estética, exigencia técnica, diseño y presupuesto)
Hay que destacar que la prioridad de la eficiencia energética no está reñida con la conservación del carácter que puedan tener los edificios existentes que se rehabilitan con Sate.
Aparte de su función decorativa, los ornamentos tienen un signi?cado, puede que transmitan un mensaje poético, que expliquen o simbolicen algo, o que establezcan un nexo histórico. Lo que es seguro es que no están allí solo para lucir bien. Se trata de una expresión arquitectónica individual, de un producto surgido de la creatividad y marcado por la singularidad o por la precisión de las tecnologías modernas de fabricación en serie. Sobre la base de diferentes materiales, los ornamentos de fachada modernos permiten crear auténticas iconografías en la envolvente.
Utilizar un SATE no elimina ni limita esta expresión arquitectónica, por el contrario, han encontrado la forma de convivir juntas y realizar proyectos con su propia firma o han permitido la recuperación de edificios históricos cumpliendo los estándares actuales de aislamiento térmico y otras consideraciones técnicas que también deben contemplar.
Los Arquitectos disponen así de una solución que, a la alta eficiencia energética, añade un sinfín de posibilidades expresivas, que posibilitan la consecución de edificios con carácter arquitectónico a la vez que altamente eficientes, no siendo necesario prescindir de ninguna de ellas.
Adicionalmente es importante considerar que para igualar la misma resistencia térmica que se aporta con el aislamiento del Sate, en una fachada ventilada tenemos un mayor vuelo del edificio sobre el plano de fachada original y esto en ocasiones puede ser un perjuicio en función del tipo y localización de la edificación.
El insuflado de cámaras es también un método de aislamiento de edificios, pero muy distinto a los anteriores al no ofrecer las ventajas de un aislamiento continuo, y sin un análisis adecuado de lo preexistente puede generar patologías tales como condensaciones y moho en el interior por los saltos de resistencia térmica de los muros aislados y los no aislados (pilares de fachada y forjados).
En paralelo, el insuflado de cámaras parece insuficiente en vista a que en estos momentos el aislamiento medio en España se sitúa entre 8 y 10 cm (de acuerdo con las exigencias reglamentarias del CTE), y en muy escasas ocasiones nos encontraremos cámaras libres y limpias para poder conseguir estos espesores.
El Sate se ha demostrado como la solución constructiva óptima para la rehabilitación de edificios que buscan la mejora de la eficiencia energética, y que dotan al Arquitecto del mayor rango de productos con la combinación de diferentes aislamientos, morteros, texturas de acabo y tipos de revestimientos en la superficie del Sate. De esta manera se dota a la Construcción de la mejor herramienta para adaptar los proyectos de rehabilitación a los principios que suelen regir las líneas maestras de un proyecto (coherencia con el entorno, armonía estética, exigencia técnica, diseño y presupuesto)
Hay que destacar que la prioridad de la eficiencia energética no está reñida con la conservación del carácter que puedan tener los edificios existentes que se rehabilitan con Sate.
Aparte de su función decorativa, los ornamentos tienen un signi?cado, puede que transmitan un mensaje poético, que expliquen o simbolicen algo, o que establezcan un nexo histórico. Lo que es seguro es que no están allí solo para lucir bien. Se trata de una expresión arquitectónica individual, de un producto surgido de la creatividad y marcado por la singularidad o por la precisión de las tecnologías modernas de fabricación en serie. Sobre la base de diferentes materiales, los ornamentos de fachada modernos permiten crear auténticas iconografías en la envolvente.
Utilizar un SATE no elimina ni limita esta expresión arquitectónica, por el contrario, han encontrado la forma de convivir juntas y realizar proyectos con su propia firma o han permitido la recuperación de edificios históricos cumpliendo los estándares actuales de aislamiento térmico y otras consideraciones técnicas que también deben contemplar.
Los Arquitectos disponen así de una solución que, a la alta eficiencia energética, añade un sinfín de posibilidades expresivas, que posibilitan la consecución de edificios con carácter arquitectónico a la vez que altamente eficientes, no siendo necesario prescindir de ninguna de ellas.
Configuración básica de un elemento ornamental lineal sobre SATE, sobre el mortero armadura con malla: 1) adhesivo, 2) moldura, 3) y 4) acabados según requerimientos de los fabricantes. La fijación mecánica (no representada) dependerá principalmente del peso de la moldura.
Así pues, cabe afirmar que definitivamente el sistema SATE no hace peligrar la esencia de los edificios existentes, ya sean de tipo histórico o de acabado con ladrillo cara vista ya que desde hace años existen variadas opciones de ejecución de obras de SATE que incluyen cornisas, recercados, impostas, u otros elementos de la arquitectura clásica, así como revestimientos de plaqueta de ladrillo cara vista, piedra, cerámica, etc.