Para obtener el mortero que se aplica sobre la pared soporte, sólo hay que añadir agua al producto suministrado por el fabricante y mezclar adecuadamente. La mezcla puede hacerse con máquina o de forma manual, con batidora. Aunque es posible realizarla de un modo todavía más manual en una pastera o artesa, no es recomendable debido a la dificultad de que las distintas amasadas sean homogéneas.
El uso de máquinas mezcladoras que al mismo tiempo permiten la proyección, simplifica el proceso de mezcla y garantiza una mayor homogeneidad de producción de mortero. Si la superficie a revestir es extensa, éste es el método más recomendable. Para pequeñas superficies puede emplearse una batidora procurando que la velocidad sea de 400 a 500 rpm para evitar una excesiva oclusión de aire que daría monocapas de inferiores prestaciones a las esperadas.
La máquina mezcladora debe funcionar correctamente, no presentar fugas de producto ni de agua, y estar limpia de residuos de otras amasadas anteriores. Sea cual sea el modo de amasado, se tendrá especial cuidado en evitar mezclas con colores de amasadas anteriores.
La dosificación de agua se realiza siguiendo las indicaciones del propio fabricante, que constan impresas en el saco de mortero. No se debe modificar la dosificación recomendada. Se debe respetar el tiempo de mezcla o batido del mortero que suele estar sobre los cinco minutos, así como el tiempo que, después de la mezcla, se deja reposar para que entren en acción los distintos aditivos que contiene el mortero. Una vez el mortero está listo para su aplicación, se dispone de un tiempo máximo para colocarlo (tiempo útil o de vida de la mezcla). Cada fabricante hace constar este tiempo en las instrucciones del saco de producto, y dependerá de la temperatura ambiente de la obra. Como orientación, este tiempo suele ser inferior a una hora. Transcurrido el tiempo útil, el producto sobrante no se debe utilizar. De ahí la importancia de no amasar más cantidad que la necesaria o la que seamos capaces de colocar en obra, para no desperdiciar producto. Antes de empezar los trabajos de puesta en obra, deben consultarse las fichas técnicas elaboradas por el fabricante del monocapa en las que se describen con exactitud las características y condiciones de aplicación.
En los casos de proyección mecánica con máquinas continuas, los tiempos de mezcla y de reposo pueden variar sensiblemente respecto a los anteriormente mencionados. Se deberá consultar la puesta en obra con el fabricante.
Con el fin de obtener un producto homogéneo durante varias jornadas de trabajo, hay que mantener lo más parecidas posibles las condiciones de amasado o mezcla: la máquina, el agua, la dosificación y los tiempos de amasado y reposo.
No se añadirá componente alguno distinto del contenido en el saco de mortero y el agua. Si se desea un monocapa con características especiales que no se ajustan a las que tienen los productos existentes en el mercado, se consultará al departamento técnico de la empresa fabricante y se seguirán sus recomendaciones. Tampoco se añadirá agua a una amasada que pueda empezar a endurecer con el objetivo de alargar el tiempo útil.