De forma previa a la colocación del monocapa, la pared soporte debe presentar unas condiciones apropiadas. Las agruparemos en dos: las condiciones físicas y las condiciones higrotérmicas. Obviamos cuestiones relativas a la idoneidad del tipo de material de la pared soporte suponiendo que ya han sido consideradas en la fase de proyecto.
Condiciones físicas
• Planeidad.
La pared soporte debe presentar una planeidad que permita aplicar el monocapa de modo que los espesores máximos no superen en general los 20 mm, y que los mínimos no sean inferiores a 10 mm. Debe realizarse un control con una regla de 2 m comprobando que los defectos de planeidad son inferiores a los 10 mm.
Las condiciones de planeidad deben mantenerse sobretodo en los encuentros entre materiales distintos. Hay que evitar por ejemplo, las desalineaciones excesivas entre un frente de forjado o un pilar de hormigón con la pared de cerramiento de tipo cerámico. En estos puntos se producen cambios bruscos de espesor del monocapa que terminarán por presentar fisuras, cambios de tonalidad o problemas de adherencia si los espesores son excesivos.
En caso de producirse desalineaciones excesivas en las que el grosor del monocapa va a superar los espesores máximos permitidos en zonas de cierta extensión, habrá que realizar una primera mano de monocapa reforzándolo con malla plástica o bien colocar una primera capa de mortero de cemento () para regularizar. Si los defectos se producen por rebabas excesivas en las llagas de la obra de fábrica, se repicarán hasta eliminarlas.
• Verticalidad.
Se comprobará que los desplomes verticales del soporte no son superiores a 5 mm medidos con una regla de 1 m, y en cualquier caso no deben superar los 15 mm cada 3 m de altura.
Los defectos de verticalidad acusados deben corregirse aplicando una capa de mortero de cemento para reducir el defecto consiguiendo dejar los desplomes dentro de los valores establecidos.
Los pequeños defectos de planimetría vertical pueden corregirse aplicando una capa previa de mortero monocapa que regularice el paramento.
• Rugosidad.
Si el soporte no tiene la rugosidad suficiente, en especial en los casos en que aplicamos monocapa sobre superficies encofradas de hormigón, hay que aplicar el tratamiento que defina el proyecto. Si no lo define se podrá proceder de varias maneras: colocar un material que sirva de puente de unión entre el hormigón y el monocapa, aplicar una capa con un aditivo adherente o bien repicar la superficie creando una rugosidad apropiada.
• Estabilidad.
El soporte debe ser estable antes de aplicar el monocapa: es necesario que ya se hayan producido en él la mayor parte de sus retracciones propias, por lo que se recomienda que no se empiece con la aplicación del revestimientos antes de un mes desde la terminación de la pared de soporte si ésta es de material cerámico, dos meses si es de bloques de hormigón o de arcilla aligerada, o tres meses si es de hormigón vertido en obra.
• Regularización de superficies.
En las obras de rehabilitación, el soporte deberá ser lo más regular posible. Las oquedades importantes se rellenan con mortero de cemento o mortero mixto (de cemento y cal) si se trata de soportes más deformables. En cualquier caso, el proyecto debería haber establecido la forma de actuar, retirando todos los materiales incompatibles, o mal adheridos, y/o ejecutando una capa previa de mortero de cemento en toda la fachada si la heterogeneidad de materiales es general.
No se empezará la colocación de monocapa antes de 20 días desde la aplicación de las capas de mortero de cemento que hayan sido necesarias para la regularización general de superficies.
Condiciones higrotérmicas
• Humedad.
Si el soporte está seco, en los momentos anteriores a la colocación del monocapa hay que proceder a humedecerlo. Se realiza mediante manguera, rociando la fachada con agua potable, clara y limpia. Para empezar a aplicar monocapa, hay que esperar unos minutos hasta que desaparezca el brillo superficial causado por el agua. No se debe aplicar el monocapa en soportes saturados de agua.
• Temperatura.
Hay que comprobar la temperatura del soporte:
- Si la pared soporte está a menos de 5 ºC: no se colocará el monocapa, aplazándose la operación hasta que la temperatura esté en el rango correcto.
- Si por el contrario, el paño ha estado sometido a la radiación solar durante horas y la temperatura del soporte es superior a los 30-35 ºC: se debe evitar que se produzca una desecación excesivamente rápida del mortero puesto que se aumenta el riesgo de fisuración (véase el apartado 5.1 Defectos por fisuración). En este caso, se recomienda esperar a que el soporte esté a la temperatura adecuada, pudiéndose ayudar para ello con las siguientes acciones:
1. Mojando el soporte previamente a la aplicación del monocapa y esperar a que absorba el agua.
2. Humidificando el revestimiento durante las 24 horas posteriores a su aplicación.
En la fase de preparación del soporte se han de preparar los pasos de instalaciones, las juntas en anclajes, etc. (véase el apartado 3.1.7 “Puntos críticos”).