• MORTEROS DE IMPERMEABILIZACIÓN

      • Morteros de impermeabilización
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        • MORTEROS DE IMPERMEABILIZACIÓN
        • Definición

        • Se puede definir la impermeabilidad de un material como la dificultad que presenta para ser atravesado por un fluido, bien sea líquido o gas. Por tanto, los factores de los que depende dicha impermeabilidad son el volumen, la distribución y el tamaño e interconexión de sus poros.
           
          Actualmente existen numerosos tipos de materiales, aptos para tratar de manera eficaz, prácticamente la totalidad de los casos posibles que se presentan en una impermeabilización.
           
          Resulta imprescindible utilizar dichos materiales tal y como recomiendan los fabricantes de los mismos.
           
          Es el agua por tanto uno de los principales agentes agresivos en la construcción. La presencia de humedad en los edificios es la causante de la degradación, tanto de los elementos estructurales, como de los elementos más expuestos (cubiertas, fachadas, etc.).
           
          En la obra civil destinada a elementos de contención (presas, depósitos, cubetos, etc.) o a la circulación de agua (canales, acequias, tuberías, alcantarillado) es evidente la necesidad de proteger los materiales de su degradación, evitar las pérdidas a través de los mismos, así como cualquier tipo de contaminación de las aguas por parte de los elementos constructivos.
           
          Por tanto, es imprescindible adoptar, tanto en edificación como en obra civil las soluciones más adecuadas, específicas y actuales a los distintos y variados problemas de impermeabilización.
           
          En la construcción es relativamente normal que defectos de impermeabilidad como por ejemplo: vías de agua, humedades causadas por el nivel freático, filtración en muros de sótano, juntas frías, etc., provoquen problemas en el edificio y su durabilidad.
        • Efectos de la degradación del agua

          Para conseguir la durabilidad de una construcción es imprescindible obtener el máximo aislamiento posible al agua. En el caso del hormigón, por ejemplo, la mayor parte de los ataques se deben a fenómenos ligados con ella. La acción lesiva puede ser directa como por ejemplo el hielo y deshielo o indirecta como en fenómenos de corrosión, cuando se dan ataques químicos de sustancias disueltas en ella.


          Acción directa hielo-deshielo

          Los materiales porosos como por ejemplo los morteros pueden llegar a saturarse según su porosidad. Si en ese momento el agua pasa del estado líquido al sólido aumenta de volumen con lo que se produce una gran presión del hielo en los poros.

          La resistencia de los materiales a las acciones alternativas de hielo y deshielo depende de la facilidad de acceso del agua al mismo y del grado de saturación de agua que puede alcanzar un mortero (valor crítico de saturación de agua) en el que influye la naturaleza de sus poros (abiertos, cerrados, capilares, intercomunicados, etc.).


          En el caso del mortero su porosidad depende del tipo de conglomerante utilizado (cementos, cales, yesos, etc.), el empleo de adiciones, la cantidad de agua, el grado de hidratación y la edad del mortero. El coeficiente de permeabilidad de un mortero suele ser inversamente proporcional a su edad.

          La agresividad del medio ambiente, según la Norma UNE-EN 998-2, se clasifica como:

          • Despreciable, cuando los morteros están expuestos, de un modo excepcional, a la acción de la humedad y de ciclos hielo-deshielo.


          • Moderada, cuando los morteros están sometidos a la acción de la humedad y de las heladas en unas condiciones superiores a las del ambiente despreciable, sin llegar a las del ambiente severo.


          • Severa, cuando hay un alto grado de riesgo de saturación de los morteros por la acción del agua, acompañada de heladas.


          El objetivo principal en toda impermeabilización, es obviamente asegurar la imposibilidad de que el agua penetre en las estructuras que no estén destinadas a su contención


          Procedimiento de impermeabilización

          Los procedimientos que se recogen a continuación se pueden aplicar a elementos de contención de agua (depósitos, tanques, piscinas, canales, presas, etc.), con objeto de evitar la penetración de agua.

          La impermeabilización puede necesitar el tratamiento de una o varias técnicas dependiendo del tipo de problema.


          Impermeabilización en masa

          Es un procedimiento muy utilizado, en el cual, se utilizan aditivos hidrófugos que se adicionan en masa a los morteros y hormigones para conseguir su impermeabilización. Utilizada en sótanos, elementos subterráneos y fosos de ascensor


          Cortes de fugas de agua

          Es otro método habitual, suele ser utilizado como un proceso inicial y generalmente es fundamental para, con posterioridad, continuar con un procedimiento de impermeabilización definitivo y duradero.


          Impermeabilización de muros y paredes

          En los enfoscados para la impermeabilización tanto de paredes como de muros existen multitud de materiales, que en función de cada caso son utilizados, como por ejemplo:

          Impregnaciones hidrófugas


          Pinturas en base acrílica

          Morteros de epoxy-poliuretano

          Morteros y revestimientos cementosos rígidos

          Morteros flexibles


          Impermeabilización de fosos de ascensor

          Existen distintos materiales como morteros rígidos flexibles, tapa poros integral etc. con los que se puede llevar a cabo dicha impermeabilización.


          Tratamiento de juntas

          Esta aplicación es fundamental para conseguir una correcta impermeabilización. Existen numerosos tipos de masillas elásticas a base de caucho de polisulfuro ó de poliuretano, masillas asfálticas e incluso otros materiales con unas características técnicas más elevadas


          ​Cimentaciones

          La impermeabilización de cimentaciones tiene como objeto evitar que el agua subterránea y otros agentes agresivos del terreno, dañen al hormigón y a sus armaduras, aumentando su durabilidad.


          Fachadas

          Esta impermeabilización tiene un campo muy amplio, ya que depende del tipo de soporte, de su estado y del objetivo estético a conseguir.


          Paredes medianeras

          Dichas impermeabilizaciones se realizan por medio de revestimientos bituminosos. Generalmente se utilizan pinturas de betún-polimérico, de betún-caucho ó con revestimientos de caucho acrílico.


          Interiores

          La impermeabilización por el interior suelen derivar de circunstancias que impiden tratar la cara externa de contacto con el agua y hay que obstruir el paso del agua que fluye a través del hormigón o mortero.

          En general los tratamientos habituales son los enfoscados impermeables, los revocos impermeables (mediante pinturas) ó de soluciones mineralizantes mediante una solución de silicatos.


          Cubiertas

          Las soluciones más habituales para la impermeabilización de cubiertas en el ámbito de los morteros se basan en los adhesivos impermeabilizantes de uso común en infinidad de situaciones como en balcones, cornisas y terminación en baldosas. Además, los revestimientos cementosos impermeables flexibles que pueden ser utilizados en las mismas aplicaciones.


          Canales, depósitos, presas, depuradoras

          Para la impermeabilización de paramentos existen diversos materiales como las pinturas, morteros flexibles rígidos y tapaporos integral, en cuanto a los depósitos de agua potable se utilizan materiales de epoxy, poliuretano, pintura de brea epoxy, láminas de PVC, etc. También existen en algunos casos aditivos impermeabilizantes en masa para tratar canales,

          depósitos, presas o depuradoras.


          Piscinas

          Para una correcta impermeabilización de piscinas, balcones, terrazas y, en general, de paramentos exteriores es de gran importancia (para evitar eflorescencias o daños por heladas que se producen en el alicatado), proteger el soporte de la humedad con dichos mortero cola con propiedades impermeabilizantes, que también son muy utilizados en el interior de las viviendas (cuartos de baño o cocinas) para evitar que el agua penetre a través de las juntas y provoque daños en los paramentos. Para un correcto tratamiento en las esquinas ó encuentros de pared y suelo es recomendable una adaptación previa de una malla de fibra de vidrio fijada al soporte con látex.


          Soluciones impermeabilidad

          Actualmente existen numerosos tipos de materiales, aptos para tratar de manera eficaz, prácticamente la totalidad de los casos posibles que se presentan en una impermeabilización. Resulta imprescindible utilizar dichos materiales tal y como recomiendan los fabricantes de los mismos. Para evitar la aparición de problemas causados por el agua es recomendable: 

          1. Cuidar el diseño de la obra incluyendo las medidas necesarias para que la obra alcance la duración de la vida útil prevista. 
          2. Estudiar el tipo de ambiente al que está sometida la obra (conjunto de condiciones físicas y químicas a las que está expuesta). 
          3. Conocer y seleccionar los materiales necesarios mediante un estudio previo de los mismos y su comportamiento frente a la acción del agua. La exigencia se debe ampliar a los fabricantes, que deberán establecer y garantizar la calidad de los componentes, productos y sistemas que intervienen en el proceso constructivo. 
          4. Analizar exhaustivamente los elementos singulares de cubiertas, fachadas y especialmente las juntas entre materiales. 

          ​Para realizar una impermeabilización, es necesario un examen exhaustivo de la obra, a priori, evaluar todos los detalles y aplicar los materiales más adecuados a utilizar. Este análisis evitará la aparición de problemas relativamente comunes que suelen ser muy costosos de subsanar posteriormente.