La operación de rejuntado constituye la fase final de recubrimiento modular. De la correcta preparación, aplicación y limpieza, depende el buen aspecto final y su perdurabilidad en el tiempo.
A las juntas entre baldosas se les pide uniformidad de textura y color, ausencia de fisuras y eflorescencias, y un bajo mantenimiento a lo largo de la vida útil del recubrimiento. Estos objetivos dependen tanto de la correcta selección del material de rejuntado como de su preparación y aplicación.
Preparación del material de rejuntado
Por su naturaleza, la preparación del material de rejuntado sigue las mismas pautas que los adhesivos.
Cementosos CG:
Se respetará la proporción de mezcla, de la que dependen las características en fresco para su aplicación y también la contracción en la maduración y el aspecto final de la junta. La mezcla debe ejecutarse con agitador mecánico a baja velocidad. Respetar el tiempo de reposo propuesto por el fabricante y utilizar el material dentro de su vida útil.
De resinas reactivas RG:
El reducido intervalo de temperaturas de manipulación y aplicación, es clave para asegurar una consistencia que permita ejecutar la operación de rejuntado sin problemas y con un rendimiento aceptable. Fuera de ese intervalo hay que suspender el rejuntado.
Para todos los materiales de rejuntado es conveniente distribuir en el tiempo las sucesivas operaciones de mezcla (por ejemplo, por unidades de envase), de forma que siempre podamos aplicar el material bajo las características en fresco más próximas a las de mezcla, con la menor influencia de las condiciones ambientales (temperatura, humedad y circulación de aire). En materiales CG coloreados esta observación es fundamental.
Algunos fabricantes proponen modificaciones de composición en materiales CG según sean sus aplicaciones, incorporando emulsiones de resinas poliméricas en sustitución parcial o total del agua de mezcla, recomendándose respetar las instrucciones del fabricante, en cuanto al producto específico a utilizar y su dosificación.