Materiales CG
Debe respetarse el tiempo propuesto por el fabricante para poder iniciar la primera operación de limpieza. Este tiempo depende de las condiciones ambientales y también de la capacidad de absorción de agua de los flancos de la baldosa. El profesional debe comprobar por el tacto cuándo el material deja de adherirse a los dedos. En ese caso, puede iniciar la operación de limpieza.
La primera limpieza debe realizarse con esponja rígida de calidad, siempre en diagonal respecto a la trama de juntas (por las mismas razones apuntadas para la aplicación).
La esponja debe aclararse y escurrirse con la mayor frecuencia posible, renovando también el agua de aclarado. La segunda se realiza con un trapo o gamuza seca, y si persisten materiales endurecidos sobre la superficie de la baldosa se requerirá una limpieza con cepillo de plástico y el empleo de un desincrustante compatible con la resistencia química de la baldosa.
Materiales RG
Las juntas de colocación deben estar secas para evitar que la humedad afecte al endurecimiento. Una vez las juntas han quedado rellenadas y con la curvatura deseada, se procede a emulsionar con agua toda la superficie del recubrimiento (a unos pocos minutos desde su aplicación) para neutralizar el endurecimiento sobre la superficie de las baldosas y poder limpiar con esponja húmeda.
Los restos de material que no hayan sido exportados con esta primera limpieza habrán quedado neutralizados por el agua y podrán limpiarse horas después con cepillo y un producto de limpieza adecuado.
En pavimentos y grandes superficies se recomienda el empleo de equipos industriales.
En el siguiente cuadro se resumen las operaciones de aplicación de material de rejuntado y de limpieza final del alicatado o solado.