Los sellantes. Criterios de selección
Los materiales para el sellado de las juntas de movimiento están expuestos a las tensiones y a los esfuerzos del sistema de recubrimiento, pero también a las condiciones ambientales y de uso a las que estará sometido en su vida útil.
Según la norma británica BS 5385-1, los sellantes elastoméricos en base a la silicona o los poliuretanos son los más convenientes cuando se prevean movimientos frecuentes de una cierta entidad. Si esos movimientos son poco importantes o poco frecuentes, seleccionaremos materiales de polisulfuros que presentan mayores resistencias a los agentes externos. En un sellante debemos conocer:
• El factor de acomodación del movimiento (F.A.M.), también denominado “de deformabilidad permanente” o “elasticidad permanente”, que viene referenciado en % respecto a la anchura de la junta. Esta característica es esencial para dimensionar la anchura y la distancia entre juntas. Un sellante de silicona, con F.A.M. del 25 %, nos permite absorber, de forma reiterada, compresiones y tracciones de 2,5 mm en juntas de movimiento de 10 mm. Con sellantes de poliuretano, con F.A.M. del 15 %, precisaremos una anchura de junta de 17 mm aproximadamente.
• La relación anchura de junta / profundidad del sellante, expresada como cociente (2:1, 1:1, 1:2, 1:3). En función de ese parámetro, indicado por el fabricante, estableceremos la profundidad del material de relleno.
• La dureza según la escala Shore A (materiales blandos o de mediana dureza), la escala Shore D (materiales duros) o los grados IRHD (International Rubber Hardness Degree).
• El rango de temperaturas entre las que el sellante mantiene sus propiedades.
• El tiempo de curado, dentro de un intervalo de temperaturas. El endurecimiento de las siliconas también depende de la humedad ambiental, además de la temperatura.
Los fabricantes también aportan otros datos relativos al comportamiento en inmersión, el envejecimiento por calor o acción de los rayos UV y, en algunos casos, la resistencia química a productos específicos. La norma británica BS 6213 contempla una guía para la selección y aplicación de los materiales de sellado.
Los sellantes desarrollan su capacidad deformable en una dirección, de ahí la exigencia de que no se peguen al fondo de junta. Al mismo tiempo, precisan de un buen anclaje a los laterales de la junta por lo que debemos controlar el grado de limpieza y, para algunos tipos de sellante, también la ausencia de humedad. Algunos productos requieren imprimaciones previas para favorecer la adherencia.
En el caso de recubrimientos impermeabilizados, dispondremos manguitos en los sumideros y bandas elásticas sobre las juntas estructurales.
En pavimentos con especiales exigencias de resistencia mecánica recurriremos a juntas prefabricadas que nos aseguren el buen comportamiento ante las cargas dinámicas previstas. En pavimentos de alta resistencia y estanqueidad químicas, las bandas elásticas sobre juntas estructurales deben contar con protección de acero resistente a la corrosión química.