Tras cuatro años consecutivas de caídas, el pasado 2015 el sector de la rehabilitación ha experimentado un cambio de tendencia creciendo un 13% frente al mismo periodo del año anterior.
Este considerable crecimiento se debe en gran medida a la necesidad de rehabilitar nuestro parque residencial que es muy antiguo y presenta por lo tanto un alto grado de ineficiencia energética.
Hay que tener presente que la quinta parte del mismo tiene más de 50 años, lo que supone que más de 8 millones de viviendas tienen entre 30 y 50 años y en aquella época la eficiencia energética y la sostenibilidad no eran temas prioritarios casi en ningún ámbito y tampoco en la construcción.
El crecimiento de la rehabilitación durante el año pasado, se ha visto impulsado en gran medida por el apoyo de las distintas administraciones públicas tanto estatales como autonómicas o municipales, que han apoyado al sector con ayudas a las mejoras en habitabilidad, accesibilidad, eficiencia energética etc. Sin embargo, según fuentes del ITEC, hasta 2018, no llegaremos a los valores de rehabilitación de los países de nuestro entorno, aunque hay previsiones de un crecimiento sostenido.
El segmento de las empresas dedicadas a la rehabilitación está cada vez más consolidado y profesionalizado compuesto por empresas de diversa procedencia, unas vienen de la obra nueva o de trabajos auxiliares de ésta, y junto a ellas están las empresas de rehabilitación tradicionales. La mayoría han conseguido un grado elevado de especialización, tanto en la cualificación de mano de obra como en el uso de soluciones novedosas, llevando a cabo una correcta ejecución de los proyectos, aunque no hay que olvidar que coexisten con algunas cuyo nivel de especialización y formación es mínimo las cuales hay que ir desterrando del sector.
La rehabilitación de un edificio da valor añadido al inmueble a la vez que mejora las condiciones de vida de sus inquilinos, así, se eliminan patologías que causan falta de salubridad como condensaciones, infiltraciones de agua, infestaciones por algas y líquenes etc.
Actualmente mediante la rehabilitación se solucionan estas patologías trabajando desde el exterior del edifico, lo que causa una mínima molestia a los vecinos en su día a día.
Un caso frecuente es el de bloques plurifamiliares de uso residencial privado cuyos vecinos sufren en sus viviendas humedades interiores, que provocan infestación de hongos y mohos que afectan a la salubridad y buena calidad de vida.
Su solución pasa por realizar un estudio del edificio para detectar posibles filtraciones de agua que normalmente suelen aparecer por multifisuración en los paños de enfoscados, pérdida de mortero en el llagueado del caravista en su caso, y disminución del sellado de la impermeabilización en las cubiertas.
Por otro lado, debe realizarse un estudio termográfico para detectar la existencia de puentes térmicos que suelen ser la causa principal de la aparición de humedades. Una vez establecidas las causas, ha de procederse a su rehabilitación mediante la colocación de un SATE sistema de aislamiento térmico de la fachada por el exterior y sanear las patologías existentes.
Con todo ello no solo conseguiremos dar plena satisfacción a los problemas de humedades de los vecinos, sino que además el SATE aplicado en fachada aumentará la inercia térmica en sus viviendas estabilizando la temperatura en toda la vivienda y aumentando por tanto el confort térmico en sus hogares al tiempo que disminuirá en adelante el gasto en energía necesaria tanto para calentar como refrigerar su vivienda.
