Capacidad humectante
Respecto a las características en fresco, es objetivo final en el diseño de cualquier tipo de adhesivo alcanzar la máxima “mojabilidad” del adherente dentro del tiempo abierto y con el mínimo esfuerzo físico en la unión del adhesivo y del adherente. Esta facilidad de aplicación y el resultado final sobre la baldosa (capacidad humectante cercana al 100 %) marcan la diferencia de apreciación para los colocadores profesionales. Para la mayoría de alicatadores/soladores un buen adhesivo es aquel que se extiende con la llana dentada casi sin esfuerzo y que moja todo el reverso de la baldosa sin apenas tener que ejercer presión sobre la misma. Sin embargo, el fabricante, además de seducir al colocador con estas características, debe atender otras que son inherentes a la calidad final del recubrimiento cerámico, como son:
• La fijación de la baldosa sobre el adhesivo, con una fuerza adherente en fresco que evite su movimiento sobre superficies verticales, y que hemos denominado resistencia al deslizamiento (característica especial en la norma UNE-EN 12004 para los tres tipos de adhesivos).
• La consecución de una consistencia de la pasta que evite cambios dimensionales durante la primera fase de fraguado o endurecimiento, de forma que no se produzcan asentamientos diferenciales de la baldosa o grupo de baldosas, con la consecuente aparición de defectos de planitud (“cejas” en el argot profesional). Consistencia necesaria también para evitar que el adhesivo remonte por los bordes de la baldosa y ocupe el espacio reservado para el material de rejuntado.
Los fabricantes han conseguido acercarse a ese objetivo de hacer compatible “fluidez” y “consistencia” a través del comportamiento tixotrópico ya comentado y la obtención de pastas en las que la contracción lineal y la disminución de volumen son mínimas en el proceso de endurecimiento.