La estrategia de descarbonización de Europa hacia 2050 se basa en dos pilares fundamentales:
- Reducir la demanda de energía: Esto implica mejorar la eficiencia energética en todos los sectores, especialmente en los edificios, que representan una parte significativa del consumo energético.
La renovación de edificios con aislamiento térmico exterior tipo SATE, sistemas de calefacción eficientes y gestión inteligente de la energía es clave.
- Aumentar la electrificación: La transición de fuentes de energía fósil a electricidad limpia es esencial. Esto incluye la adopción masiva de bombas de calor, vehículos eléctricos e infraestructuras de carga, así como el desarrollo de redes inteligentes y almacenamiento de energía.

Para que todo ello sea eficiente en costos, es necesario un enfoque holístico que contemple la infraestructura, la regulación, el mercado energético y la tecnología.
El aumento en la demanda eléctrica debido a bombas de calor y estaciones de recarga para vehículos eléctricos es un desafío importante para la estabilidad de la red eléctrica, especialmente en invierno.
Sin un sistema de aislamiento térmico exterior SATE, los edificios requieren más energía para calefacción, lo que agrava aún más los picos de consumo.
Algunas estrategias para mitigar este problema incluyen:
? Mejorar la eficiencia energética
Con un sistema SATE y otras medidas de aislamiento térmico.
? Almacenamiento de energía
Mediante baterías para equilibrar la oferta y demanda.
? Gestión inteligente de la demanda
Carga vehículos eléctricos en horarios de menor consumo.
? Uso de fuentes de energía alternativas
Como almacenamiento térmico o cogeneración.
Los SATE son parte de los sistemas flexibles de respuesta a la demanda
Desempeñan un papel clave en la reducción del consumo energético y en la eficiencia de los edificios.
Su integración en los sistemas energéticos aporta múltiples beneficios:
- Reducción de la demanda energética
- Los SATE minimizan el consumo de energía para calefacción, refrigeración, contribuyendo al ahorro energético
- Los SATE minimizan el consumo de energía para calefacción, refrigeración, contribuyendo al ahorro energético
- Mayor estabilidad térmica
- Los edificios bien aislados pueden mantener su temperatura interior durante varias horas, incluso en condiciones climáticas frías, sin necesidad de calefacción adicional.
- Funcionan como baterías térmicas diurnas, almacenando el calor y liberándolo de manera progresiva.
- Optimización del uso de la red eléctrica
- Al integrar los SATE en los sistemas energéticos, se equilibra la demanda de energía de los edificios con la capacidad limitada de las redes eléctricas. Con la misma infraestructura eléctrica, los edificios aislados pueden permitir el funcionamiento de hasta cinco veces más bombas de calor en comparación con edificaciones sin aislamiento eficiente.

En conclusión, el uso de sistemas SATE de aislamiento, no solo mejora el confort y la eficiencia energética de los edificios, sino que también contribuye a la sostenibilidad y a una mejor gestión de la demanda eléctrica.

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