Para la correcta aplicación de un SATE, es de suma importancia contar con un soporte adecuado sobre el que aplicarlo y, en su caso, su tratamiento previo será la primera labor que realizar.
El soporte debe tener unas características mínimas de estabilidad, cohesión, resistencia, planimetría, contenido de humedad y limpieza.
ESPECIFICACIONES DEL SOPORTE
En obra nueva, los soportes deberán presentar una superficie plana (fábrica cerámica, hormigón o mortero de enfoscado) sin irregularidades significativas o desniveles superiores a 1 cm bajo una regla de 2 m.
Con la resistencia adecuada para soportar el revestimiento y que haya transcurrido el tiempo de curado necesario desde el final de su ejecución para que reúna las condiciones de estabilidad adecuadas (p.e., un mes en el caso de soportes de material cerámico y dos meses en el caso de bloques de hormigón o arcilla aligerados).
- En el caso de tener un mortero de enfoscado u hormigón, comprobar la limpieza y consistencia de la superficie. Los soportes deberán ser normalmente absorbentes, consistentes y exentos de polvo o desencofrantes.
- En obras de rehabilitación, los soportes deberán ser comprobados desde el punto de vista de su consistencia, envejecimiento y fisuración; deberán retirarse las zonas que no tengan buenas condiciones y repararse posteriormente.
También deberán ser eliminados todos los restos de suciedad y contaminación existentes en la superficie, como puedan ser acumulaciones de suciedad o proliferaciones de microorganismos (hongos o moho), mediante la aplicación de un agente desinfectante (p.e., desinfectantes específicos) y el lavado posterior con agua limpia a presión (que será necesaria para garantizar la eliminación de los restos de suciedad y agente de limpieza).
Los soportes de hormigón deteriorados deberán ser reparados con un mortero de reparación adecuado, incluyendo el tratamiento de las armaduras. Reparar las zonas fisuradas, siempre que las fisuras sean estables y tengan una apertura superior a 2 mm.
- Estos trabajos de adecuación del soporte deben realizarse de manera concienzuda, ya que el éxito de la intervención vendrá directamente condicionado por ello.
- Se mantendrán las conducciones exteriores de agua, gas y electricidad originales permitiendo la accesibilidad a estas cuando sea necesario.
- El paramento tendrá la capacidad portante suficiente para resistir las cargas combinadas de peso propio, peso aportado por el SATE, y las de viento transmitidas a través de este.
- La planicidad y verticalidad del soporte limitarán el tipo de fijación.
- Debe realizarse una eliminación de la pintura si presenta lesiones o fallos de adherencia.
- Independientemente del estado y de las características del soporte, siempre será posible la aplicación de un sistema SATE si se adoptan las soluciones de saneamiento del soporte que sean necesarias y se selecciona el sistema más adecuado entre las diversas soluciones que aportan los fabricantes de sistemas SATE.
CLASES DE SOPORTES
Se consideran soportes aptos para aplicar el sistema SATE, tanto en obra nueva como rehabilitación:
- Fábricas de ladrillo cerámico, revestidas o no
- Bloques de termoarcilla
- Bloques de arcilla expandida
- Bloques de hormigón
- Bloques de hormigón celular
- Paredes o muros de hormigón
- Paneles de cemento
- Paneles prefabricados de hormigón
- Paneles de madera, contrachapados, OSB...