Rehabilitación para la mejora de la eficiencia energética del edificio

Artículos Técnicos SATE

01 de Abril del 2017

Al abordar la rehabilitación de un edificio, los propietarios y los profesionales de la rehabilitación se enfrentan a una serie de decisiones en las que deben valorar distintos aspectos: estética, beneficio, confort y salud.

EL SATE EN UN PROYECTO DE REHABILITACIÓN

El primer criterio de evaluación al abordar la rehabilitación de un edificio es determinar la capacidad resistente y la adherencia del soporte; en caso necesario, habrá que limpiarlo y sanearlo, eliminando y reponiendo los elementos sueltos de la fachada para dejarlo preparado para recibir el sistema Sate.

Un punto importante a tener presente es el tratamiento de los puentes térmicos ocasionados por elementos superpuestos en la fachada, en este punto el desarrollo técnico de los fabricantes permite contar con elementos complementarios de anclaje de dichos elementos que facilitan la rotura parcial o total del puente térmico.

Es obvio que el coste de aplicación de un SATE es mayor que el de un saneado y pintado pero las prestaciones técnicas del mismo son claramente superiores, siendo una de las más significativas que el aislamiento incorporado permitirá un elevado ahorro de energía a los usuarios; de entre un 20 a un 40%.

Una vez aplicado un SATE, se producen una serie de mejoras térmicas importantes; desde una significativa reducción de las contracciones que se producen en el edificio debido a los saltos térmicos, hasta un aumento de
la inercia térmica del edificio, conservando el calor en invierno y el frio en verano.

En definitiva el SATE contribuye a mejorar el confort térmico de la vivienda, reduciendo los cambios bruscos de temperatura del interior de la misma.

Una de las principales labores de los fabricantes de SATE es seguir desarrollando mejores soluciones y materiales que faciliten la aplicación y uso del SATE.

Asimismo es de suma importancia difundir el conocimiento de las ventajas y limitaciones de forma clara para que las expectativas generadas sean acordes al resultado obtenido y que el usuario disfrute de una vivienda energéticamente eficaz y térmicamente confortable.



Antes y después: un bloque de 5 edificios donde los tres edificios de la izquierda decidieron realizar un maquillaje de la fachada (la nueva en rojo) y los dos de la derecha por una rehabilitación energética (en la foto aún en obras). Tres años después los vecinos acusan más las diferencias entre ambos resultados.




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