Respecto a la edad de los elementos constructivos en los que interviene el cemento como aglomerante hay que fijar las clases de estabilidad, en función de la garantía de que se haya completado en su mayor parte el proceso de hidratación que, a su vez, dependerá de las condiciones de temperatura y humedad relativa a las que ha estado sometido.
En recubrimientos cerámicos sobre soportes inestables de clase 2 optaremos por adhesivos cementosos deformables (C-1 S1, C-2 S1) o, en su caso, por adhesivos cementosos muy deformables (C-1 S2, C-2 S2).
Para soportes inestables de clase 3, precisamos adhesivos altamente deformables, restringiendo la selección a los adhesivos en dispersión y los adhesivos de resinas reactivas. Como alternativa tendremos la solera flotante en pavimentos y la interposición de capa de desolidarización en revestimientos.
La variable más habitual es la edad de los morteros y de los hormigones utilizados en capas de nivelación, regularización, compresión o soleras flotantes. La retracción de los aglomerados de cemento en el proceso de hidratación se ha completado en su mayor parte a las cuatro semanas, por lo que se admite considerarlos estables de clase 1 a los 28 días.
Con tiempos inferiores recurrimos a la humedad superficial como parámetro para discriminar la estabilidad (clase 2, hasta humedades del 3 % y, clase 3, para humedades superiores).
Para la clase 2, seleccionaremos adhesivos cementosos deformables (C-1 S1, C-2 S1) y, para la clase 3, puentes de unión compatibles con humedades superiores al 3 % u otros adhesivos deformables.
En capas intermedias compresibles, en el caso de pavimentos, solo es posible la colocación por adherencia directa sobre materiales de baja compresibilidad (NFP 75-301) con adhesivos compatibles (desde C-2 S1),. En revestimientos, (por ejemplo, alicatado sobre aislamiento térmico de media compresibilidad) es posible la colocación con adhesivo cementoso C-2 S1, mejor sobre una capa de contacto ejecutada con el mismo adhesivo y reforzada con una malla de fibra de vidrio.
Debemos tener en cuenta:
• La cohesión de la superficie
• El comportamiento frente al agua o la humedad
• La compatibilidad química con el adhesivo seleccionado
• El grado de limpieza y la ausencia de materiales interpuestos entre superficie y adhesivo
En la mayoría de las superficies (hormigones, morteros, cerámica estructural, piedra natural o artificial, cerámica vidriada, etc.) los parámetros de absorción/succión y de textura superficial son determinantes para la consideración de unos tipos de adhesivos u otros, al igual que hemos razonado para las baldosas.
Limitaciones sobre algunas superficies:
• El yeso puede requerir una imprimación previa protectora si seleccionamos adhesivos cementosos no compatibles con ese material.
• La madera tiene la consideración de inestable de clase 3, por su sensibilidad a la humedad y la temperatura. Puede además estar tratada y requerir un puente de unión para la colocación con adhesivos cementosos (siempre deformables).
• El metal es también inestable de clase 3, requiere adherencia química y deformabilidad, debiéndose seleccionar adhesivos R deformables. Solo es posible la colocación con adhesivos cementosos (C-2 S1, C-2 S2) sobre una imprimación previa, a modo de puente de unión (por ejemplo, una imprimación epoxi enarenada) que proteja de la oxidación.
• No es posible la colocación directa sobre compuestos asfálticos con adhesivos cementosos, por la agresión alcalina del cemento.
• Ante la posibilidad de migración de sales a través de la superficie de colocación hacia baldosas de alta absorción, deben seleccionarse adhesivos D o R, o clase C 2F.
Respecto a la absorción/succión se toma el rociado con agua y la posterior pérdida del brillo como medida de esta característica. En superficies muy absorbentes conviene recurrir a una imprimación tapaporos si queremos seleccionar adhesivos cementosos de baja proporción polímero/ cemento o directamente recurrir a los tipos C con el tiempo abierto ampliado. En el extremo opuesto (superficies no absorbentes) recurriremos a puentes de unión y C-1 o directamente a C-2. En todos los casos es posible la selección de los tipos D (revestimientos interiores) o R (de uso universal).
En cuanto a la rugosidad superficial aconsejamos ejecutar una capa de regularización que permita alcanzar un consumo razonable de adhesivo sobre superficies muy rugosas. En el extremo opuesto debemos recurrir a imprimaciones puente de unión con adhesivos cementosos de baja proporción polímero/cemento.
Finalmente, en cuanto a las condiciones de entrega de planitud y aplomado de la superficie de colocación. La mayoría de los adhesivos cementosos están diseñados para unos espesores determinados y, además, obviamente a mayor grosor penalizamos el consumo. En consecuencia, se aconseja la selección de la técnica de colocación en capa fina sobre superficies con desviaciones de planitud o aplomado inferiores a 3 mm medidas con regla de 2 m. Para desviaciones superiores se impone una solera nivelada o un enfoscado maestreado para los tres tipos de adhesivos C, D o R. Cabe la posibilidad de la colocación en capa media (hasta 15 mm de grosor) con adhesivos cementosos diseñados para esos espesores si compensa el coste, bajo unas características técnicas en fresco y maduración aseguradas.
La mayoría de los adhesivos están diseñados para su aplicación entre 5 ºC y 30 ºC en la superficie de colocación. Los adhesivos R todavía suelen tener un rango de manipulación y aplicación más restringido (entre 10 ºC y 25 ºC), ya que el proceso de endurecimiento y cambios en su reología se suelen situar en los intervalos 10/15 ºC y 20/25 ºC.
Recordemos, además, que en los adhesivos C la temperatura, la humedad relativa y la circulación de aire influyen en la hidratación del cemento y en el tiempo abierto. En exteriores, con insolación directa y vientos moderados o fuertes, es aconsejable o suspender la colocación o recurrir a adhesivos con tiempo abierto ampliado E, aplicados sobre pequeñas superficies y con el control regular de la capacidad humectante.
Respecto a la durabilidad en exteriores debemos seleccionar adhesivos que aseguren la adherencia en las condiciones previstas, aconsejando siempre la técnica del doble encolado para asegurar el 100 % de la capacidad humectante. A grandes rasgos:
• En zonas geográficas con riesgo de helada (10 veces al año por debajo de –5 ºC), seleccionar como mínimo C-1 S1, en pavimentos, y C-2 S1, en revestimientos, a ser posible con la característica adicional de tiempo abierto ampliado E.
• En zonas geográficas de clima caluroso y oscilaciones térmicas importantes, seleccionar directamente adhesivos C-2E S1 para todo tipo de aplicaciones.
Algunos adhesivos cementosos y los adhesivos de resinas reactivas precisan de superficies secas para conseguir una buena humectación o evitar que el agua o la humedad afecten al proceso de maduración o endurecimiento (adherencia química).
Los recubrimientos en inmersión o en contacto permanente con agua o humedad requieren adhesivos cementosos que tengan un buen comportamiento bajo esas condiciones (no se produzca pérdida de adherencia por redispersión de la resina) y, en otros casos, una discreta resistencia química (piscinas). La alternativa a los adhesivos cementos C-1 o C-2 es la utilización de adhesivos de resinas reactivas que, además de tener resistencia química y una elevada adherencia, son impermeables al agua y al vapor.
En el caso de pavimentos, debemos tener en cuenta las cargas dinámicas y estáticas a las que estará sometido. Independientemente de otras consideraciones que atañen a la técnica de colocación y a la selección de la baldosa, elegiremos adhesivos cementosos C-2 S1 (y adhesivos R cuando se requiera resistencia química). En los pavimentos de tránsito no exclusivamente peatonal, se recomienda siempre el doble encolado.
En las dos páginas siguientes aportamos un cuadro de criterios para la selección del adhesivo en la colocación en capa fina, de acuerdo con todas las características comentadas en los anteriores.
[1] Previendo superficies de colocación limpias, cohesionadas y planas, con desviaciones de planitud, aplomado o nivel que no superen los 3 mm en 2 m.
[2] Recomendaciones basadas en el aseguramiento de la durabilidad del alicatado o solado a lo largo de su vida útil.
[3] La característica de deformabilidad no está contemplada en la norma UNE-EN 12004 para los adhesivos de resinas de reactivas. Son R deformables los basados en poliuretano.
[4] Consultar al proveedor la resistencia química a productos específicos.